domingo, 10 de diciembre de 2017

Hechos 2:1 (RVR1960) Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.

 ¿cómo es que logramos llamar la atención de Dios de manera que podamos ver su poder? 

Muchas veces al asistir a una reunión de la iglesia o a alguna reunión de células (pequeños estudios bíblicos en casas), podemos estar presentes físicamente, pero nuestra mente está pensando en otra cosa o incluso puede ser que si participamos en la reunión pero nuestros planes y/o tu visión son distintos a las demás personas de ese grupo. Todos le pedimos a Dios que se muestre a nosotros, que queremos verlo obrar, que traiga crecimiento y que muchas personas nuevos vengan y conozcan a Dios, pero por más que pedimos no logramos atraer Su presencia para que todo esto suceda. ¿Por qué pasa esto? Necesitamos saber que si queremos ver a Dios obrar en nuestras vidas o en nuestro grupo tenemos que estar todos en un mismo sentir y con un mismo ideal, estando en paz unos con otros y de acuerdo en un mismo fin, hasta entonces, es cuando realmente podremos estar seguros que Dios estará con nosotros y obrará de maneras que ni imaginamos, esto es lo que nos dice el apóstol Pablo dice en 2a Corintios 13:11 a los creyentes: “…hermanos, tengan gozo, perfecciónense, consuelense, sean de un mismo sentir, y vivan en paz; y el Dios de paz y de amor estará con ustedes”.
Perfectamente Unidos
En la lectura bíblica del día de hoy, más específicamente en el versículo que resaltamos para memorizar notemos que la Palabra de Dios dice “perfectamente unidos en una misma mente, esto quiere decir que no basta sólo con estar en el mismo lugar sino es necesario que estemos bien con todos, sin problemas, sin chismes, sin pleitos.
En Hechos 2:1, la palabra nos cuenta como fue que 120 personas fueron llenas del Espíritu Santo en el día de pentecostés, “estaban todos unánimes juntos, la frase “unánimes juntos” se deriva del griego homothumadon que quiere decir : estar de acuerdo, de mutuo consentimiento mantener la unidad del grupo y compartir un solo propósito. ¿Te has puesto a pensar en qué hubiera pasado si entre este gran grupo de personas creyentes hubiera tal vez algunos que no estuvieran de acuerdo con lo que decían los apóstoles, u otros que tuvieran peleas con los que estaban a su alrededor en ese momento?, seguramente la historia hubiera sido diferente y esa reunión hubiera sido sólo una más de tantas.
¿Quieres ver a Dios obrar en tu célula? ¿En tu grupo de jóvenes?, pregúntate a ti mismo primero ¿cómo es tu relación de amistad con los demás miembros de grupo?, ¿están todos en un mismo sentir o hay divisiones?, ¿las conversaciones están llenas de la Palabra de Dios o de críticas y chismes?
Es tiempo de Restauración
Necesitas empezar con restaurar las relaciones que están dañadas o deterioradas y pedir perdón si es necesario. No podemos dejar que el enemigo robe la bendición que Dios tiene para nosotros, y para lograr esto muchas veces aunque no sientas pedir perdón o perdonar tendrás que hacerlo recordando que el perdón es una decisión, no un sentimiento o emoción.  A veces es difícil pedir perdón a alguien que hemos lastimado, pero tenemos que arrancar de raíz todo orgullo que nos impida hacerlo y que este evitando que el Espíritu Santo pueda venir a nuestras vidas y a los del grupo o iglesia del cual que somos parte. Otra cosa importante que debemos hacer es evitar participar en malas conversaciones de chismes o que incluyan críticas hacia nuestros compañeros o líderes para juzgarlos, Proverbios 11:13 dice que “El que anda en chismes descubre el secreto; mas el de espíritu fiel lo guarda todo“, no seamos parte de estas conversaciones y mucho menos seamos los que las inicien.
Conclusiones
Ya que tengamos una buena comunión y que no haya divisiones en el grupo entonces podemos seguir adelante, en el pasaje de Hechos 2:2-4, podemos leer como cuando estaban todos unánimes juntos, vino de repente un estruendo del cielo, y todos los que estaban presentes fueron llenos del Espíritu Santo y de ahí salieron a testificar siendo así la manera como empezó a crecer la iglesia. ¡Aquí esta la respuesta!, tenemos que enfocarnos en estar todos unidos buscando en un mismo sentir a Dios y cuando menos nos demos cuenta Su Espíritu vendrá sobre nosotros y los que están en el grupo serán llenos del Espíritu Santo. Cuando estemos todos en una misma visión no tendremos que estarnos recordando unos a otros que tenemos que invitar gente o que llevar amigos a las reuniones para que conozcan a Dios, si no que al estar todos en un mismo sentir estaremos anhelando dar fruto y saldremos a buscar a la gente y la gente podrá ver en nuestras vidas el fuego de Dios llegando así el crecimiento y la multiplicación que tanto anhelamos.
Dios te bendiga " y que llene toda tu vida como la luz del día.

Att: el hijo de la profecía.
Prof: Mayito corantin Gonzalez
Tel: +18296180076
Correo: elhijodelaprofecia@mayitocorantin.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario